Redacción. Madrid
Los familiares o cuidadores de un enfermo de alzheimer juegan un papel clave a la hora de llevar un seguimiento de estos pacientes pero, sin embargo, "el paciente debe sentirse protagonista" en las consultas y, por ello, nunca debe dejar de acudir a las mismas, según han destacado diferentes especialistas en el marco de la jornada ‘Y... ¿Por qué no me preguntan a mí?’, organizada por la Fundación Alzheimer España (FAE).
Los expertos rechazan que el paciente no acuda a las consultas rutinarias.
|
Los pacientes afectados por esta enfermedad neurodegenerativa tienden a "negar sus síntomas" y asegurar que "no les pasa nada", ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Pedro Gil, por lo que la persona que se encarga de cuidarles y les acompaña a la consulta es la que realmente informa del estado de estos pacientes.
Esta situación se acentúa conforme va avanzando la enfermedad ya que, o minimiza los síntomas o contradice al cuidador, de modo que el médico centra su atención en este último mientras que "el paciente pasa más desapercibido".
Así, el trío inicial de las consultas se convierte en un dúo formado por el médico y el cuidador, hasta el punto de que "hay consultas rutinarias a las que no acuden los pacientes, y no por algo excepcional", algo que este experto ha rechazado porque "el paciente es el protagonista". "No es que no haya que fiarse del cuidador", ha apuntado Gil, sino que los médicos también necesitan hacer un seguimiento en primera persona y, para eso, "hay que ver al paciente".
Pedro Gil (SEGG) y David Pérez (FEEN).
|
No obstante, este experto ha reconocido que, dependiendo del estado del paciente, hay cuidadores que tienen dificultades para acudir a la consulta con el familiar, reclamando que en estos casos se pida una atención domiciliaria.
El problema, ha añadido el director de la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas (FEEN), David Pérez, es que el actual sistema sanitario está centrado en los enfermos agudos y no en los crónicos, lo que impide que se pueda hacer un seguimiento de estos pacientes al tiempo que se establece una relación con el cuidador.
Del mismo modo, Pérez ha reconocido que el tiempo de que disponen en cada consulta dificulta esta relación, lo que hace que "a veces se pidan consultas rutinarias ficticias para mejorar esta situación".
Por su parte, Araceli Garrido, del Grupo de Demencias de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), ha destacado que muchos cuidadores optan por no acudir a la consulta con el paciente porque "piensan que no le sacan rentabilidad", ante lo que recomienda que "pregunten todo lo que consideren".
|